Como frenar en Rollers
Existen multitud de técnicas de frenado, conocer y dominar varias nos permitirá emplear en cada momento la adecuada a nuestra velocidad en el momento de frenar y el espacio disponible para hacerlo.
1. Frenando con el Taco
Se trata de la técnica más básica y, por ello, la que debemos aprender en primer lugar. Es sencilla y nos aportará la seguridad suficiente para permitirnos mejorar nuestro nivel de patinaje y avanzar en otras técnicas, no sólo de frenada, rápidamente.
La técnica consiste en adelantar el patín que lleva el taco de freno (generalmente va montado en el derecho) respecto del otro patín, de manera que, aproximadamente, la rueda delantera del de atrás quede a la altura de la rueda trasera del de delante. Una vez marcada esta postura “de tijera” se echa el peso sobre el patín de atrás, se abren los brazos para equilibrarnos un poco mejor hacia los lados y se levanta ligeramente la punta del patín adelantado, de manera que el taco comience a rozar sobre el suelo. Se aumenta poco a poco la presión sobre el taco, levantando algo más la punta del patín y “sentándose” un poco sobre el patín que queda atrás, flexionando la pierna izquierda (la derecha, si el taco va en ese patín debe quedar recta).
Ojo, el patín del taco siempre ha de estar adelantado, nunca en paralelo. Con los patines paralelos apenas podremos ejercer presión sobre el taco y además será fácil caernos. Para conseguir una frenada más eficaz ayudará mucho, como siempre, flexionar bastante la pierna que queda atrás, lo que además bajará nuestro centro de gravedad, dándonos más estabilidad.
También es muy importante que las ruedas de los patines estén perpendiculares al suelo y no inclinadas hacia dentro o hacia fuera, así como que los patines estén bastante juntos y no separados hacia los lados (las piernas deben quedar juntas dentro de la anchura de la cadera o los hombros)
2. Frenando en cuña
En esta técnica es nuestro propio peso y la fuerza de nuestros músculos la que realiza la frenada. Es una técnica muy similar a la que se emplea en el esquí.
Se comienza separando las piernas abriéndolas hacia los lados, todo lo que podamos, cuanto más mejor, de manera que formen una A. Una vez separadas metemos las puntas de los patines hacia dentro, con lo que los patines tenderán a juntarse. En ese momento ejerceremos presión con los talones hacia el exterior, haciendo fuerza para que las piernas no terminen juntándose. Esta fuerza es la que finalmente nos detendrá.
Es necesario que el peso esté distribuido equitativamente entre ambas piernas, en caso contrario, al abrirlas, si cae más peso en una que en otra, giraremos hacia el lado contrario al que estemos cargando el peso.
Esta técnica es útil para reducir un poco la velocidad o mantenerla, por ejemplo, en bajadas suaves. No es muy útil en caso de que queramos frenar fuerte y rápidamente.
Si circulamos a baja velocidad puede ser suficiente con esta técnica para frenar, no siendo necesario que desgastemos el taco.
3. Frenada en T
La frenada en T se realiza empleando como”taco de freno” las propias ruedas de uno de nuestros patines, haciéndolo derrapar, por detrás del otro, en el sentido de la marcha.
Básicamente consiste en colocar uno de los patines en sentido perpendicular a la marcha tras el otro (que seguirá recto), de manera que ambos formen una T. El patín trasero es el que nos frenará al apoyarlo en esa posición contra el suelo.
Para realizar correctamente esta técnica es clave colocar el patín trasero completamente perpendicular al patín delantero y, por tanto, al sentido de la marcha. Para hacerlo es necesario dominar además, previamente, la técnica de patinar sobre un sólo patín (el delantero) que nos permitirá levantar el otro y colocarlo suavemente y sin precipitarnos en la posición de frenado adecuada. Si el patín trasero no se coloca perfectamente perpendicular al delantero lo que ocurrirá es que en vez de frenar realizaremos un giro bastante brusco, pudiendo llegar a caer si no somos patinadores muy expertos.
Es una técnica que desgasta bastante las ruedas, un elemento “caro” de nuestros patines, por lo que si nos preocupa la economía es mejor recurrir al taco de freno, mucho más barato de remplazar. Emplear esta técnica, nos obligará a rotar las ruedas entre patines mucho más a menudo para igualar su desgaste por ambas caras.
En ocasiones, por ejemplo en la modalidad de slalom, se retira el taco de freno de los patines en línea para que no estorben al realizar las figuras. En esos casos esta resulta una técnica de frenada muy útil y que conviene dominar.
4. La Técnica Powerslide
Esta técnica se basa también en conseguir frenar haciendo derrapar uno de los patines en el sentido de la marcha, en este caso por delante.
Se puede ejecutar el Powerslide de frente, haciendo que el patín que derrapa vaya por delante (en el sentido de la marcha). Para ello, previamente se realiza un pequeño giro, quedando el patinador de espaldas al sentido de la marcha antes de comenzar a hacer derrapar el patín delantero y por tanto a frenar.
También se puede ejecutar el Powerslide de espaldas, es decir si ya estamos patinando de espaldas no habrá que realizar giro alguno y bastará con hacer derrapar uno de los patines por delante del sentido de la marcha.
Para la correcta ejecución de esta técnica es muy importante la postura de las piernas, debiendo estar perfectamente alineadas ambas en la dirección de la marcha, completamente estirada la pierna que va por delante y bien flexionada la que va por detrás.
Esta técnica, al basarse en el derrape de las ruedas, también las desgasta significativamente.
5. Frenado en círculo
Ésta es también una técnica muy sencilla. Consiste simplemente en realizar un simple giro en círculo que nos haga perder velocidad. Para ello juntaremos los talones de nuestros patines y abriremos las puntas.
Como siempre, la postura es importantísima para realizar cualquier técnica de patinaje y será necesario que tengamos las piernas correctamente flexionadas, en caso contrario no podremos abrir las puntas adecuadamente y, de nuevo, puede que demos con nuestras protecciones (si las llevamos puestas nunca daremos con nuestros propios huesos) en el suelo.
Esta técnica sólo es efectiva y por tanto recomendable en caso de que circulemos a baja velocidad. Si no, lo más probable es que terminemos por caernos al girar demasiado rápido y sean las protecciones las que nos frenen contra el suelo.
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